Cada 8 de diciembre se celebra en el Perú y varios países de América Latina, uno de los feriados más tradicionales y espirituales del calendario. Se trata del Día de la Inmaculada Concepción.
Esta creencia del catolicismo declara que la Virgen María, madre de Jesús, a diferencia de los demás seres humanos, no fue alcanzada por el pecado original, por lo que desde el primer instante de su concepción estuvo libre de todo pecado y culpa.
Dicha doctrina es de origen apostólico y fue proclamada el 8 de diciembre de 1954 por el papa Pío IX.
Este es el dogma proclamado por Pío IX en 1854:
“Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente en previsión de los méritos de Cristo Jesús,salvador del género humano, preservada inmune de toda mancha de culpa original, ha sido revelada por Dios, por tanto, debe ser firme y constantemente creído por todos los fieles”.
Las devociones a la Inmaculada Virgen María son numerosas, y entre sus devotos destacan santos como San Francisco de Asís y San Agustín. Además la devoción a la Concepción Inmaculada de María fue llevada a toda la Iglesia de Occidente por el Papa Sixto IV, en 1483.
El camino para la definición dogmática de la Concepción Inmaculada de María fue trazado por el franciscano Duns Scotto. Se dice que al encontrarse frente a una estatua de la Virgen María hizo esta petición: "Dignare me laudare te: Virgo Sacrata" (Oh Virgen sacrosanta dadme las palabras propias para hablar bien de Ti).
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